Boglioli Esteban Orense

Boglioli

La historia de Boglioli empieza a principios de del siglo XX en Gambara, provincia de Brescia, donde la familia Boglioli abrió una tienda especializada en sastrería para un hombre moderno y elegante. La marca Boglioli respetó siempre la calidad y demostró una especial habilidad para combinar lo tradicional con lo nuevo, reflejando cada vez más la elaboración artesanal en cada una de sus prendas.

Hace una década más o menos, Pierluigi Boglioli, y su hermano Mario Boglioli, pensaron que podrían cambiar el bespoke más conservador en la que su familia había estado trabajando a través de varias generaciones. Decidieron que era el momento para hacer algo especial, ya que el boom de internet estaba amenazando la verdadera sastrería a medida en todo el mundo.

Boglioli Esteban Orense
El resultado de esta idea, es que las americanas de Boglioli son infinitamente más confortables que las de la sastrería tradicional; al ponerlas uno las siente más como una cardigan que como una americana y esto inspira una actitud completamente diferente a la hora de vestirse. La clave para entender el estilo italiano en la forma de vestir que el resto del mundo no sólo admira, si no que trata de emular.

Sin embargo, no es sólo la falta de estructura lo que hace especial una americana de Boglioli. El otro elemento tangible es el hecho de que la mayoría de las prendas son garment dyed (teñidas en prenda), lo que significa que son lavadas y teñidas después de que hayan sido hechas, dándole un efecto totalmente diferente respecto a las prendas que son hechas con el tejido ya lavado antes de su elaboración. Utilizando tejidos muy caros en prendas con muchos pasos hechos a mano, se consigue, a duras penas, que de 25 americanas, tan sólo una pueda llegar a servir como prototipo; ya que cada rollo de 50 metros de tejido reacciona diferente a un mismo proceso de teñido.

Boglioli Esteban Orense
Menos tangible, pero no menos importante, es el nivel considerable de trabajo a mano que se invierte en cada americana y también el hecho de que Boglioli es un negocio muy familiar. El hecho de que sea una empresa de propiedad familiar (Mr. Boglioli no solo conoce a todos sus empleados, si no que en muchos casos conoce también a sus familias) significa que la compañía puede permitirse ser más creativa y flexible que si no fuera de esta manera.

Debido a todos estos factores, Boglioli se ha convertido en una marca muy especial, además de ser hoy en día, una de las más codiciadas en el mundo de la moda.